La Ciudad de la Luz a la sombra
JORDI PANIAGUA (*). 24/05/2012
"La CE no cuestiona la gestión del centro (...) Incide en cuestiones
formales, como la omisión de la obligación de comunicar a la CE ayudas
estatales. Se pregunta también la CE si realmente se está apoyando a la
cultura y a la industria audiovisual valenciana con subvenciones a
producciones extranjeras..."
http://www.valenciaplaza.com/ver/54689/la-ciudad-de-la-luz-a-la-sombra.html
http://www.valenciaplaza.com/ver/54689/la-ciudad-de-la-luz-a-la-sombra.html
VALENCIA. La Ciudad de la Luz nació como un proyecto
estratégico de desarrollo, más allá del ámbito local. Por ello, estaba
justificada una inversión pública inicial que se recuperaría vía un
incremento de recaudación por el aumento de la actividad económica. A
largo plazo, los estudios alcanzarían un umbral de rentabilidad que
permitirían a la administración abandonar el proyecto, incluso con
beneficios.
Sus impulsores vieron en los estudios de cine, junto con una escuela, un film commission y laboratorios, una oportunidad para dinamizar la economía local. se revitalizarían las actividades tradicionales de la zona: calzado, tejidos y juguetes se reconvertirían en atrezos del séptimo arte con decorados construidos por artistas falleros. Asimismo (aun en la era del ladrillo), aumentarían las pernoctaciones, junto con alquiler y ventas de casas para artistas y personal de rodajes.
El paisaje era tan idílico como la playa de Calabuch, donde hulle el profesor Hamilton, aterrado por el uso militar de sus inventos. Allí le animan a que idee un artilugio para que el fuego de artificio del pueblo sea el mejor de la comarca. Tan espectacular fue el resultado, que el inventor, fue descubierto al publicarse la foto en la prensa y tuvo que regresar a su país.
La genial fantasía de Berlanga se ha tornado realidad en su último sueño. La resolución SA.22668 de la Dirección General de la Competencia de la CE expone que tras leer varios artículos sobre la Ciudad de la Luz las revistas internacionales como Screen Finance, Variety, La Tribuna y Hollywood Reporter, dos compañías (otro estudio cinematográfico y una empresa del sector) deciden denunciar de manera anónima ante la Comisión subvenciones públicas que distorsionan la libre competencia. El Estado Español, al que en definitiva interpela la CE, deberá devolver la inversión pública, unos 265 millones de euros.
En su auto, la CE no cuestiona la gestión del centro, que por otra parte acabó con la ruptura y denuncias por las partes. Incide en cuestiones formales, como la omisión de la obligación de comunicar a la CE ayudas estatales. Se pregunta también la CE si realmente se está apoyando a la cultura y a la industria audiovisual valenciana con subvenciones a producciones extranjeras.
Aunque no deja de ser irónico que la gran mayoría de producciones españolas tengan respaldo público. Sin embargo, cuestiona principalmente la idoneidad de los estudios. ¿Necesitamos los valencianos realmente tener los estudios más grandes de Europa? La resolución menciona incluso que sin unos estudios tan sofisticados, Amenabar recibió un Oscar por "Mar Adentro".
No obstante, la pregunta fundamental que se plantea la CE es si un inversor privado hubiera acometido el proyecto por sí solo. El razonamiento económico y jurídico es sólido. En un sector con varios contendientes privados en libre competencia, como los Estudios Korda de Hungría, Babelsberg en Alemania, Barrandov en República Checa, Cinecittà en Italia y Pinewood en el Reino Unido, la entrada directa de capital público distorsiona el libre comportamiento del mercado. Por tanto la comisión actúa para corregir una situación que perjudica los intereses de otras empresas.
Cabe preguntarse si la Ciudad de la Luz se quedará sola a la sombra ya que no es la única entidad que ha recibido subvenciones para operar en mercado competitivo. ¿Necesitamos los valencianos el castillo más espectacular, el hospital más grande, el mejor parque de atracciones, la carrera de coches más importante? Berlanga tendría hoy varios argumentos para rodar la secuela "Cala-Buch 2".
_________________________________________________________________(*) Jordi Paniagua Soriano es ingeniero de Telecomunicaciones y profesor de Econometría de la Facultad de Estudios de la Empresa, UCV.
Sus impulsores vieron en los estudios de cine, junto con una escuela, un film commission y laboratorios, una oportunidad para dinamizar la economía local. se revitalizarían las actividades tradicionales de la zona: calzado, tejidos y juguetes se reconvertirían en atrezos del séptimo arte con decorados construidos por artistas falleros. Asimismo (aun en la era del ladrillo), aumentarían las pernoctaciones, junto con alquiler y ventas de casas para artistas y personal de rodajes.
El paisaje era tan idílico como la playa de Calabuch, donde hulle el profesor Hamilton, aterrado por el uso militar de sus inventos. Allí le animan a que idee un artilugio para que el fuego de artificio del pueblo sea el mejor de la comarca. Tan espectacular fue el resultado, que el inventor, fue descubierto al publicarse la foto en la prensa y tuvo que regresar a su país.
La genial fantasía de Berlanga se ha tornado realidad en su último sueño. La resolución SA.22668 de la Dirección General de la Competencia de la CE expone que tras leer varios artículos sobre la Ciudad de la Luz las revistas internacionales como Screen Finance, Variety, La Tribuna y Hollywood Reporter, dos compañías (otro estudio cinematográfico y una empresa del sector) deciden denunciar de manera anónima ante la Comisión subvenciones públicas que distorsionan la libre competencia. El Estado Español, al que en definitiva interpela la CE, deberá devolver la inversión pública, unos 265 millones de euros.
En su auto, la CE no cuestiona la gestión del centro, que por otra parte acabó con la ruptura y denuncias por las partes. Incide en cuestiones formales, como la omisión de la obligación de comunicar a la CE ayudas estatales. Se pregunta también la CE si realmente se está apoyando a la cultura y a la industria audiovisual valenciana con subvenciones a producciones extranjeras.
Aunque no deja de ser irónico que la gran mayoría de producciones españolas tengan respaldo público. Sin embargo, cuestiona principalmente la idoneidad de los estudios. ¿Necesitamos los valencianos realmente tener los estudios más grandes de Europa? La resolución menciona incluso que sin unos estudios tan sofisticados, Amenabar recibió un Oscar por "Mar Adentro".
No obstante, la pregunta fundamental que se plantea la CE es si un inversor privado hubiera acometido el proyecto por sí solo. El razonamiento económico y jurídico es sólido. En un sector con varios contendientes privados en libre competencia, como los Estudios Korda de Hungría, Babelsberg en Alemania, Barrandov en República Checa, Cinecittà en Italia y Pinewood en el Reino Unido, la entrada directa de capital público distorsiona el libre comportamiento del mercado. Por tanto la comisión actúa para corregir una situación que perjudica los intereses de otras empresas.
Cabe preguntarse si la Ciudad de la Luz se quedará sola a la sombra ya que no es la única entidad que ha recibido subvenciones para operar en mercado competitivo. ¿Necesitamos los valencianos el castillo más espectacular, el hospital más grande, el mejor parque de atracciones, la carrera de coches más importante? Berlanga tendría hoy varios argumentos para rodar la secuela "Cala-Buch 2".
_________________________________________________________________(*) Jordi Paniagua Soriano es ingeniero de Telecomunicaciones y profesor de Econometría de la Facultad de Estudios de la Empresa, UCV.
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