http://www.valenciaplaza.com/ver/20836/No-es-crisis-es-el-nuevo-status-quo.html
JORDI PANIAGUA SORIANO (*). 01/03/2011
VALENCIA. La crisis ya ha terminado. Si por crisis entendemos la ortodoxia económica de una recesión del PIB durante dos periodos consecutivos, ya no estamos en crisis. Dejemos de hablar tanto de la crisis y pongámonos a trabajar. Mi hermano me dice que en los tres meses que lleva viviendo en Holanda no ha oído la palabra crisis. Puede ser también que no domine aun lo suficiente esa rara mezcla de alemán e inglés, que hierve como una patata en la boca. ¿Cuánto tiempo más vamos a estar hablando de la crisis? Como aportación personal, me he propuesto no escribir más sobre la crisis, a menos que sea por trabajo.
El transcurrir del tiempo no es muy caprichoso, se mueve siempre hacia adelante. Parece que los felices 90 no volverán y nos encontramos frente a un escenario que se antoja más permanente que una crisis o depresión pasajera. En Japón, tras 20 años, ya nadie habla de crisis: el estado natural de su economía es de crecimiento bajo o nulo. En España puede estar sucediendo lo mismo. En nuestro país el mercado se ha corregido vía volumen y no precios. En una economía sin apenas rigideces, las fricciones económicas se resuelven vía precios. Si hay un parón económico, las empresas ajustan sus costes y bajan los precios para intentar vender más.
En una economía rígida, con unos salarios vinculados al IPC y salarios mínimos (e incluso hay propuestas de imponer salarios máximos), el ajuste no se produce vía precios. Una vez que la empresa ha ajustado sus costes (como en USA), si no puede bajar los precios para vender más, cerrará. Si somos inflexibles en cuanto a los precios, el mercado expulsa a las empresas menos eficientes y poco flexibles. Trabajan menos empresas, compran menos clientes, pero a los mismo precios. O incluso a precios mayores si aumentan por causas exógenas como el alza del precio del crudo o de las materias primas.
Los mecanismos económicos han reaccionado a las variables que presenta nuestra economía. El ajuste en costes y la rigidez en los precios nos han dejado a muchos frente a la cola del paro. Por ello, la cuestión no es totalmente económica, también es social. Si se quiere atacar el problema de raíz, exploremos nuevas vías. Y dejemos de hablar de crisis, porque no estamos frente a una situación temporal ni transitoria. Esta mal llamada crisis es nuestro nuevo statu quo. No vamos a salir de ninguna crisis: ya la dejamos atrás hace algún tiempo y lo que tenemos son las vergüenzas de nuestra economía al desnudo, como en la película de Mankiewicz 'Eva al desnudo' (All about Eve).
¿Cómo vestirla? Aunque habrá quien la prefiera al natural. Sabemos que solemos crear empleo por encima del 3% de crecimiento. ¿Qué sucede si no volvemos a crecer a esa tasa? La ciencia económica puede proporcionar remedios paliativos: austeridad, gasto, control de la inflación. Si aceptamos que las medidas económicas del pasado no van a solucionar del todo un problema que tiene sus raíces en un paradigma social, no busquemos tan solo soluciones monetarias.
Utilicemos, ante nuevas situaciones, nuevos conceptos. La economía débil, en línea con el pensamiento débil de Gianni Vattimo, es una nueva manera de abordar los problemas económicos. Frente a una lógica económica férrea y unívoca, se han de cursar otras interpretaciones. Ante un problema no sólo económico, sino social, busquemos un enfoque ecléctico y multidisciplinar: ¡Que inventen otros! La economía débil encuentra su fuerza fuera de sí misma, nutriéndose de las aportaciones de sociólogos, pero también de los filósofos, psicólogos o teólogos. El resto de las ciencias sociales debería tener algo que aportar a la economía, incluso algo interesante.
La economía débil, cuando tropieza con nuevos términos y problemas, busca remedios fuera del ámbito económico. Las medidas puramente económicas se vienen mostrando insuficientes para abordar conflictos que escapan de lo estrictamente económico. Las cuestiones a las que nos enfrentamos todos, como sociedad, ya no se resuelven inundando los mercados con dinero. Nos encontramos en cierta medida mudos ante esa nueva imposición de "trasmitir confianza a los mercados".
La economía débil se replantearía esta cuestión bajo otro prisma. Por ejemplo, ¿se trasmite más confianza a los mercados exclusivamente a través de balances monetarios o siendo individualmente más puntuales? El desplazamiento laboral es un concepto económico que necesitaría de nuevas aportaciones. ¿Es rentable económicamente la inversión en 'alta velocidad española' si seguimos llegamos tarde a nuestras citas? En Alemania los trenes no van tan rápido y la gente llega puntual a las reuniones.
Además, existen otros métodos y tecnologías de interacción social más eficientes, como las videoconferencias. El resto del mundo se mueve a la velocidad imparable de Facebook y Twitter, incluso algunos buenos periódicos prescinden del papel. ¿Preferimos la vía estrecha a la banda ancha? ¿No estaremos confundiendo la velocidad con el tocino?
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(*) Jordi Paniagua Soriano es profesor de Econometría en la Facultad de Estudios de la Empresa de la UCV
11 comentarios
JPG escribió
03/03/2011 18:56 El contenido de este comentario es bastante diferente, en mi opinión, al publicado en la primera ocasión. Con este estoy completamente de acuerdo y lo vamos a comporbar en relación con el paro en España en los proximos trimestres. Pero la pobreza es otra cosa. Y las definiciones de las líneas nacionales de pobreza, que en España utiliza Caritas para martirizarnos cada año, tienen poca relevancia excepto para la articulación de políticas sociales dentro de cada país. Por otra lado, ni estoy extremadamente ofendido ni me gusta la gresca. Pero si me gusta la seriedad y que no se confunda el culo con las témporas.
JPS escribió
03/03/2011 14:36 Un cambio de mentalidad es lo que hace falta, pero me temo que todo esto quedara en bonitos discursos, en grandes propistos y pocos hechos. La paralisis por el analisis. Estoy cansado de la Lerdocracia.
Emb escribió
03/03/2011 10:10 Ruego me disculpe: no le entiendo y su enlace me aparece como "roto". En cualquier caso, queda claro que mi comentario inicial era excesivamente general y en vista de sus exclamaciones, le pido perdon por ello. Debe estar extremadamente ofendido y lo lamento. Ahora bien, eso no quita que el comentario tuviera sentido. Insisto (intentare ser mas especifico): que haya crecimiento economico global ,medido en terminos de PIB, no lleva aparejado una reduccion (igual al crecimiento) del indice de pobreza ni del numero de pobres ( y menos aun alla donde la pobreza es mas extrema y donde, por tanto, antes deberia paliarse). Le puse el ejemplo de EEUU (del mas "rico") para que pudiera ver que no solo habia mas pobres, sino que el indice de pobreza no era reflejo del crecimiento de ese pais (otra vez, medido en terminos de PIB) del pais durante esos años. Nos vemos en el proximo articulo. Me da que le gusta la gresca! Saludos.
JPG escribió
02/03/2011 16:22 ¡¡Ya salió el oráculo Wikipedia, mal citado por cierto, al margen de que Emb no hablaba en su comentario de EEUU sino en general!!. Pues a) el poverty line al que se refiere son 11.136 $ para un individuo y 45.095$ para una familia de 9 miembros (datos pra 2.010). Traduzcasse a € y valorese si eso es pobreza en la percepción de la mayoría de los ciudadanos. b) como se señala en el falso oráculo que cita la definición se refiere a las personas que carecen de lo que socialmente es considerado básico por la sociedad que algo completamente relativo c) en el mismo oráculo hay un precioso cuadro que muestra que teniendo en cuenta el aumento de población, el % entre 1959 y 2009 se ha reducido casi a a mitad: de +- 22,5% a 14,3%. Toda a información en http://www.census.gov/hhes/www/poverty/index.html.
Emb escribió
02/03/2011 14:35 A JPG: Datos de pobreza en EEUU, de 1959 a 2009. Podras comprobar que hay mas pobres hoy que entonces, en EEUU. Esta comprobado dos veces, por si acaso. En ambas ocasiones el numero indica lo mismo. http://en.wikipedia.org/wiki/File:US_poverty_rate_timeline.gif Saludos.
cgl escribió
02/03/2011 07:22 "A menudo veo muertos", (dixit, niño de El sexto sentido).
Andreu escribió
01/03/2011 16:42 Interesante teoría. No estamos en crisis, es que somos esto. Pero, ¿qué papel queda a los actuales bancos y cajas en una mayor reactivación económica y crecimiento dado su nulo papel ahora en la oferta crediticia a las empresas? La respuesta puede ser un arranque para una segunda parte del artículo.
JPG escribió
01/03/2011 16:01 ¿De qué indice de pobreza habla el comentarista Emb?. Me parece que debería mirarlo dos veces antes de escribr semejante majadería, quizá la mayor que he leído en Valenciaplaza.com desde su inicio. Por otro lado, tanto el autor como el comentarista González Triviño podrían enviar sus descubrimeientos, aunque los asirios ya lo sabían, a una universidad de prestigio para que los hagan Honoris Causa. Claro que seguramente ambos serán de la opinión que están vendidas al oro de Moscù.
Carlos González Triviño escribió
01/03/2011 09:59 Yo también creo que la crisis como elemento de interpretación coyuntural ha perdido su sentido y que nos encontramos ante un escenario totalmente nuevo que exige un reajuste de los conceptos y del enfoque disciplinar mediante el que los conceptos se producen. Explicativamente deberíamos haber abandonado ya esta posición por improductiva y por ingenua. Es como observar el paisaje resultante de una glaciación desde la lógica de su posible restablecimiento. Hay que pensar extra- y meta- económicamente. Estoy de acuerdo.
01/03/2011 09:47 Ya lo decía Rorty: "Abandonad el racionalismo ilustrado"
Emb escribió
01/03/2011 09:19 Mi opinión es que toda crisis económica debe ser vista desde su vertiente social. Qué sentido tiene que haya habido crecimiento de la economía global durante los últimos 50 años (medido en términos de PIB) si el índice de pobreza no solo no ha decrecido, sino que se ha incrementado. Estamos disparando con una escopeta de feria... ¿Quién sera el feriante que truca la mirilla?